De regreso de la aventura en el desierto tengo todos los huesos molidos, agujetas hasta en las cejas, del mucho cansancio que tengo ni doy dormido ni tengo hambre, solo sed y sed de lo mucho que sudamos bajo el sol.
Montañas de polvo y tierra salen aun de la ropa y material que llevamos pero casi tengo todo a punto otra vez, cuando recupere las fuerzas tengo que ponerme otra vez a punto.
Lo pasamos genial y lo repetiría más veces
lunes, 6 de septiembre de 2010
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